Estimadas y estimados amigos de la prensa:
Nos dirigimos a ustedes para agradecer la cobertura dada el sábado 18 de noviembre a la concentración cívica y pacífica, en el parque Independencia de los dominicanos de ascendencia haitiana y personas nacidas en la República Dominicana que no tienen nacionalidad que, pese a todos los inconvenientes a los que nos enfrentamos, consideramos un éxito, tanto por la presencia de las comunidades afectadas por la sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional como por la incursión de nuestro mensaje en el afluente informativo que es la opinión pública.
Esto último es, sin lugar a dudas, uno de los elementos que perseguimos. Esta agenda de actividades que venimos desarrollando desde principios de agosto de este año, ha estado respaldada por el discurso de que somos dominicanos, envueltos en un problema causado por el Estado dominicano y que requiere una respuesta dominicana por lo que el Estado es el único que puede solucionarlo.
Sin embargo, sin dejar de agradecer la labor de los medios en general, nos vemos en el deber de recordar que el enfoque de trabajo de la plataforma Dominican@s por Derecho es la de acompañamiento de dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana y sus familias, más personas nacidas en el país con el derecho a la nacionalidad dominicana a quienes la ley 169-14 tenía la tarea de solucionar su problemática, cosa que aún no ha hecho.
En aras de una mejor claridad y veracidad en la información que sus medios proveen a la ciudadanía, queremos reiterarles que somos el colectivo que luchamos por la restitución de la nacionalidad de los afectados por la sentencia del TC. Somos personas nacidas en la República Dominicana previas al 26 de enero del 2010 cuando entró en vigencia una nueva Constitución.
Las y los dominicanos junto a quienes nosotros levantamos la voz, esos que han sido despojados de su nacionalidad y cuyas vidas permanecen, desde 2013, en un limbo jurídico, nacieron en República Dominicana cuando ello, el acto de nacer en el país, Jus Soli, era suficiente razón para gozar de la nacionalidad dominicana.
Más aún, a algunos y algunas de estas personas que viven en esta problemática no sólo les asiste el derecho porque el marco jurídico en el que nacieron les favorecía, sino que, inclusive, son hijos de parejas mixtas, donde hay un padre o una madre de origen dominicano. Y, el hecho de que por sus venas corra la sangre criolla, garantía de dominicanidad establecida en todas las constituciones que ha tenido la República Dominicanas, no ha sido motivo suficiente para que el Estado les reconozca lo que les pertenece.
Somos dominicanas y dominicanos y así nos gustaría ser tratado por los medios y la sociedad que nos vio nacer. Con la ayuda de los medios de comunicación lograremos posicionar ese mensaje, que nuestros adversarios, aquellos que el sábado 18 pasado nos quisieron negar nuestro espacio en el Parque Independencia, pretendieron opacar con argumentos distorsionados y palabras de odio.
Es hora de cambiar imaginarios y de dar pasos firmes a la reconstrucción del estado de derecho que quedó quebrado con la intransigencia de unos cuantos, con el triste fallo del Constitucional y la fallida ley 169-14, promulgada ya hace tres años por el presidente Danilo Medina.
Muchísimas gracias, una vez más, por hacerse eco de nuestra causa y por siempre apelar a la verdad cuando de narrar nuestros relatos se trata.
Siempre esperando contar con la colaboración de su medio, se despide de usted, atentamente,
Beneco Enecia